1969: Nieves Lusquiños entra a trabajar en la fabrica de loza «Pontesa» a los 14 años. Recuerda el primer sobre con la paga semanal, un sobre beige, no muy grande que tiene que entregar en casa pero que la hace sentirse importante.
A los 18 estrena vacaciones con su Diane6 amarillo y descapotable, estrena reuniones prohibidas, los gintonic en «Flope»… hasta que un día el patrón deja de pagar. ¿Trabajar sin cobrar?
Ni hablar. Nunca trabajéis gratis, por favor. A la mierda!, exclama Nieves.
El Grupo de Empresas Álvarez, al que pertenece Pontesa, referencia en la que se engarza Nación, cierra en 2001 sin pagar salarios e indemnizaciones. La inmobiliaria Subel adquiere
parte de los terrenos de las fábricas pero incumple los acuerdos con las trabajadoras que le reclaman, desde hace años, 2,5 millones de euros.
El 28 de enero de 2020 el juicio quedó «visto para sentencia».